Mini botiquín para EDC urbano


Me gusta llevar siempre conmigo un pequeño botiquín de primeros auxilios porque debido a mi trabajo tengo que desplazarme a menudo a otras localidades para visitar fábricas, comercios o, a veces, incluso a lugares en medio de la nada, en los que un inoportuno dolor de cabeza puede arruinarte el día. 

Algunos pensaréis que en tales entornos es sencillo disponer de medicación, pues sí… y no. Hay personas bienintencionadas que en un momento así no te van a negar un paracetamol, pero si sufriera una reacción alérgica y denunciase el hecho, la responsabilidad recaería sobre quien me ha dado el medicamento porque los particulares, empresas y comercios tienen prohibido proporcionar medicación, salvo casos muy concretos.

El Real Decreto Legislativo 1/2015, de 24 de julio, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios, en su artículo 3.6 limita a la dispensación de productos médicos a: oficinas de farmacia, hospitales y estructuras de atención primaria del sistema nacional de salud. Así, pues, ninguna otra figura o persona puede proporcionar medicamentos (con o sin receta).

Además, si sufres una dolencia concreta que necesita medicación específica no siempre es fácil conseguirla en ciertos entornos. Por ejemplo, en algunas localidades pequeñas no existe farmacia o —en el mejor de los casos— solo un botiquín (un establecimiento que no llega a ser farmacia como tal) que dispensa uno o dos días a la semana.

Por todo esto, he preferido armar mi propio botiquín de primeros auxilios, que es muy compacto, cabe en el bolso (pouch) sin problemas, apenas pesa y satisface mis necesidades habituales. Quiero dejar claro que estoy hablando de dolencias comunes, en un entorno más o menos urbano y con medicación para uso propio recetada por mi médico. No se trata de un botiquín para emergencias sanitarias.

Contenido del botiquín


  • 1 monodosis de suero, para limpiar heridas y también como lágrimas artificiales.
  • 1 monodosis de povidona yodada, para desinfectar después de lavar la herida.
  • Crema labial, para labios cortados o resecos por el frío o el calor.
  • 2 toallitas hidroalcohólicas, para desinfectar nuestras manos o los útiles, antes y después.
  • 1 gasa estéril, en algunos casos pueden usarse pañuelos de papel en su lugar.
  • 4 tiritas, para pequeños cortes o rozaduras.
  • Esparadrapo, para sujetar los vendajes o improvisar apósitos con gasas o pañuelos.
  • Mini tijeras, para cortar esparadrapo, apósitos, vendas…
  • Pinzas pequeñas, para ayudarnos a extraer algún pelo o espinas y aguijones.
  • Alfiler, para ayudarnos —junto con las pinzas— a extraer espinas y aguijones.
  • Medicación para uso propio:
    • 1 ibuprofeno,  antiinflamatorio, antipirético y analgésico.
    • 1 paracetamol, antipirético y analgésico (dolores leves).
    • 1 omeprazol, protector de estómago.
    • 1 loratadina, antihistamínico.
    • Nota con fechas de caducidad.
    • Teléfonos de emergencia.
  • Azúcar, va bien tomarla para salvar un episodio leve hipoglucémico (una pájara).
  • Sal, disuelta en agua es buena para las llagas bucales o para hacer gárgaras en caso de infección de garganta. Combinada con el azúcar nos puede servir para improvisar un suero oral para rehidratarnos correctamente en caso de golpe de calor o bajada de tensión, por ejemplo.

Fuera del estuche, dentro del bolso, va lo siguiente:

  • Manta térmica, tiene multitud de usos: proteger del calor, del frío o para hacer un refugio.
  • Pañuelos de papel, se puede usar también como gasa y para un apretón inoportuno.
  • Venda textil, para sujetar gasas, improvisar un cabestrillo o inmovilizar zonas dañadas.
  • Guantes de nitrilo, para evitar el contacto directo de las manos con heridas abiertas o fluidos.
  • Mascarilla FFP2, no solo por la Covid-19, también para el polvo, humos, vapores químicos…

Poco a poco iré introduciendo mejoras, según me indique la propia experiencia de uso, aunque por ahora me parece bastante completo para lo que es. En un futuro próximo tengo pensado incluir un par de antidiarreicos y una pastilla potabilizadora de agua. Nunca se sabe.

Si vives en un lugar con muchos mosquitos, lo suyo sería añadir toallitas repelentes y otras para calmar el picor. En un entorno rural, tal vez fuera buena idea añadir una pinza para extraer garrapatas. Si sufres pequeñas quemaduras a menudo, no estaría de más añadir una toallita con bálsamo para aliviarlas. La crema solar es otro producto recomendable si pasas mucho tiempo expuesto al sol. Como puedes ver, las configuraciones son infinitas en función de las necesidades de cada uno.

Finalmente, la mejor recomendación que puedo darte es que no juegues a los médicos. Es muy conveniente aprender técnicas de primeros auxilios para las situaciones habituales diarias e incluso por si nuestra intervención pudiera ser decisiva para la vida de otra persona, pero avisa inmediatamente a emergencias. Recuerda que siempre tienes a tu disposición el teléfono 112.

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